VINO:
Gran Reserva Casis 2006, 60 meses en barricas de roble
francés.
VARIEDAD: Prieto Picudo
D.O.: Tierra de León,
Castilla y León, León, (España)
BODEGA: Bodegas Casis. Gordaliza del
Pino (León)
FECHA
DE CATA: Martes 5 de febrero de 2013,
14:30 p.m.
Una vez descorchada la botella, destaca positivamente el
corcho natural, como no podía ser de otra manera, este vino de gran crianza y
de largo recorrido, necesita un corcho natural para terminar la crianza en
botella. Corcho natural completo de gran calidad, en el que no se aprecia
ninguna incidencia.
El primer contacto con el vino te marca y augura una cata
muy interesante. La puesta en copa de este vino es muy lustrosa, ya que un vino
con 6 años y tres meses que presente esta gama cromática, es fabuloso.
Ni
que decir tiene que esta limpio y brillante, el color es un rojo picota, con
reflejos cardenalicios en capa fina que nos dejan ver que es un vino con buena
base, uvas de prieto picudo seleccionadas y con una potencia demostrada para
soportar y ganar la lucha de una larga crianza. La lágrima es fina, abundante y
ligera. La variedad prieto picudo es muy apta para tintos potentes por su
relación hollejo/pulpa, son uvas pequeñas de forma elíptica y con un hollejo
consistente, del que extrae todo el color, aromas y cuerpo.
La primera impresión cuando lo llevas a la nariz, es la
sutileza de la madera, madera nueva, que inmediatamente da paso a la fruta que
envuelve, fruta negra (ciruela), fruta madura y aromas a compota de manzana,
destacan también los aromas balsámicos y especiados, eucalipto, pimienta,
regaliz negra….así como torrefactos, café y chocolate a copa parada pasados
unos minutos. Vino que necesita de oxigenación para abrirse y manifestar todo
su esplendor, es necesario darle tiempo para despertar.
En boca, tiene un paso suave y delicado, quizá le falte
un poco de potencia inicial, pero pasados unos instantes, notas como el vino se
apodera de toda la boca dejando un rastro fino, untuoso y elegante, tanto en el
paladar como en las encías, gracias a sus taninos aterciopelados. El retrogusto
te marca la regaliz y los tostados de la barrica, la persistencia es media pero
elegante. Aparecen las ciruelas rojas casi negras y fruta madura en boca, todo
ello ensamblado con los aromas terciarios de la crianza. A pesar de sus 14,5%
Vol no es nada alcohólico ni ardiente en su paso, la acidez esta integrada y
aporta frescura y juventud al vino. Se aprecia un ligero amargor agradable,
propio de la variedad en el fondo de la boca, lo que hace más amable el
recuerdo.
Quizás, para mi gusto y esto es algo muy personal, le
echo en falta un poco mas de complejidad y estructura, quizá el trabajo con la
fermentación puede aportar al vino ese pelín mas de estructura, para dar un
poco mas de complejidad y persistencia al vino, por lo demás, un GRAN VINO…
En
definitiva, es un vino que no deja indiferente, vino de gran crianza, con
muchos vestigios de juventud, apetecible, muy bebible y accesible para el consumidor.
Como yo les denomino, son vinos largos, para empezar a comer y terminar con el
postre. Un buen trabajo con una variedad que va a dar que hablar, PRIETO
PICUDO.
Jesús
Ángel Velado Quintero
Ing.
Agrónomo, experto en viticultura y catador.
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