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jueves, 28 de febrero de 2013

LA PODA.


LA PODA VA LLEGANDO A SU FIN
         Pues si, la poda va llegando a su fin, el mes de marzo, por lo general, es el mes en el que la viña tiene que estar ya podada, en pocos días el lloro hará su aparición y es el momento en el que la planta despierta de su letargo invernal para volver a cumplir su ciclo biológico.
            Algo importante y que muchas veces no se tiene en cuenta, es el comienzo de la poda. El momento de podar, lo marca la planta y a esta las condiciones climáticas. No se recomienda comenzar la poda, hasta pasados unos días de la completa caída de las hojas de la planta. Este hecho es muy importante y marca la entrada en parada de la planta. Hasta que la planta no elimina las hojas, no se completa el proceso de recesión de los nutrientes que se encuentran en hojas, peciolos y sarmientos, hacia las raíces y estructuras de formación de la planta. Durante este proceso, la planta acumula reservas muy importantes para la brotación de la primavera siguiente. La brotación comienza con la movilización de las reservas, hasta que la planta produce hojas fotosintéticamente activas para que la planta se alimente. Por eso es tan importante dejar que la planta acumule reservas y se prepare para la parada invernal, de este fenómeno dependerá la brotación del año siguiente.
            La poda es la labor cultural por medio de la cual, el viticultor da forma y establece la carga de la planta, estos son los dos objetivos principales de la poda.
            Por un lado la poda de formación, que consiste en cortar material vegetal de la planta, sarmientos o elementos estructurales y conducir la planta en función de nuestras necesidades, para poder disponer del fruto, de la mejor manera posible para nuestras condiciones particulares de nuestro viñedo, suelo, clima, mecanización de labores… Por lo general, esta poda se realiza los primeros años, para formar la estructura de la planta o en otras ocasiones para reestructurar, rejuvenecer o renovar elementos rotos.
            La otra función de la poda es la de determinar la carga del viñedo. ¿Qué es la carga? La carga de un viñedo es el número de yemas de fructificación dejadas para la obtención del fruto, en este caso el racimo. Estas yemas son los órganos de producción y se sitúan en diferentes estructuras, según el tamaño del sarmiento que alberga las yemas y en función de la carga, se obtiene el rendimiento estimado del viñedo. La carga se suele expresar en nº de yemas por m2 o ha y dependerá de la zona o de la Denominación de Origen en la que se encuentre el viñedo. Las D.O. delimitan la carga de los viñedos.
            Los elementos de fructificación de la vid, pulgares y varas, son las estructuras sobre las que se encuentran las yemas, órganos a partir de los cuales se producen los nuevos pámpanos, sobre los que se situaran los nuevos racimos. Una cosa importante que hay que saber es que la fertilidad de la viña es mucho mayor en sarmientos podados sobre madera del año anterior, el resto de madera que sale directamente de la estructura de la planta, serán chupones, sarmientos con una fertilidad nula o muy baja en la mayoría de los casos y en función de la variedad y que se eliminaran para evitar el consumo de nutrientes innecesario porque no vamos a tener producción, solamente se respetaran en el caso de que nos sean propicios para la formación de nuevas estructuras o renovación.
Un ejemplo: Una plantación podada a doble cordón, con 4 pulgares de 2 yemas por brazo y un marco de plantación de 3m x 1,5m tendría una carga de:
2 brazos x 4 pulgares x 2 yemas = 16 yemas por planta
3m x 1,5m = 4,5 m2 cada planta ; 10.000m2 (1ha) / 4,5m2 = 2.222 plantas /ha
16 yemas x 2.222 plantas = 35.552 yemas por ha
Hablamos de poda corta, cuando estos elementos de fructificación son los “Pulgares”, Sarmientos cortos con 2-3 yemas visibles y el sistema mas utilizado es el de  “Cordón Royat” que puede ser doble, con dos brazos, uno para cada lado y sobre los que se asientan los pulgares, distribuidos de manera uniforme y separados a una distancia, no inferior a 15 cm, para separar la producción y evitar que esta se apelotone y nos de problemas de enfermedades al estar tan juntos y no ventilar bien el racimo, otra formación es el cordón simple, en el que cada planta solamente tiene un brazo y todas las plantas tienen el mismo brazo para el mismo lado, bien para la derecha o bien para la izquierda.
Hablamos de poda larga, cuando los elementos de fructificación son “Varas” o sarmientos mas o menos largos, con un numero de yemas entre 4 y 10 yemas visibles y uno de los sistemas de formación representativos seria el “Guyot”, aunque este sistema, mas bien seria mixto, porque combina la poda larga de las varas, con pulgares para obtener madera para las varas del año siguiente. Al igual que en el Cordón, el Guyot  también puede ser doble, con una vara y un pulgar hacia cada lado o simple, un pulgar y una vara por planta y orientados en la misma dirección.
La labor de la poda se puede ver aliviada en viñedos que lo permitan, por su tipo de formación, presencia o no de elementos de conducción y motivos económicos, con una prepoda mecánica, por medio de la cual una serie de rodillos con cuchillas, cortan gran parte de la madera de la planta, quedando sarmientos de menor longitud y mas manejables, a la vez que se separa la madera que permanece unida a los alambres móviles por medio de los zarcillo y que tanto cuesta separar, según en que variedades.
La poda en si es una de las pocas labores vitícolas  que aun no se a mecanizado y depende de la mano de obra para realizarla. Hoy en día se estudia mecanizar la poda, pero no llegamos a hablar de poda como tal, sino que hablamos de poda mínima, que consiste en ajustar mucho la prepoda para evitar la posterior intervención del operario y así reducir enormemente los costes. Son sistemas que aun no están consolidados y que tienen efectos en la planta y en la producción aun por definir, habría que estudias las condiciones particulares de cada viñedo.
La herramienta para la poda se reduce a las tijeras, tijeras de mano, tijeras de dos manos, eléctricas, neumáticas… La herramienta ha de estar en perfectas condiciones, para realizar los cortes limpios y evitar desgarros, que puedan ser motivo de entrada de enfermedades. A la hora de podar los elementos de fructificación, se ha de intentar hacer el corte por el medio del nudo inmediatamente superior al de la ultima yema que se va a dejar, cortando por el nudo superior, dejamos el diafragma que se encuentra en el nudo como escudo y barrera para evitar la entrada de agua, plagas o enfermedades que puedan deteriorar o enfermar el pulgar o la planta. El diafragma es una membrana que se encuentra en los nudos y que separa los entrenudos, parte del sarmiento situada entre dos nudos. Este corte requiere de practica y conocimiento para realizarlo bien y en muchas ocasiones no es correcto, aun así, al dejar todo el entrenudo hasta la ultima yema, también proporcionamos al pulgar unos centímetros de protección frente a humedades, la seca del corte… También es importante dejar el corte en bisel, un plano inclinado hacia el lado opuesto de la yema mas próxima al corte, con esto evitaremos que el agua que escurra y la propia sabia en el lloro, resbale por el pulgar y llegue a la yema, pudiendo estropearla.
Es importante decir, que los cortes de poda, son heridas que se realizan a la planta, lo ideal seria poder dar un producto cicatrizante a los corte, pero es algo laborioso y costoso, pero si es muy recomendable dar un cicatrizante antifúngico a aquellos cortes importantes y que pasen de un diámetro de 2 cm aproximadamente, para evitar la entrada de enfermedades que se transmiten por el aire, agua o incluso por las mismas tijeras, por lo que también es recomendable desinfectar cada cierto tiempo las tijeras de poda con lejía u otro desinfectante. Ni que decir tiene que aquellas plantas que presenten síntomas o tengamos la sensación de que pueden padecer algún tipo de enfermedad, se poden a parte, se desinfecte el material una vez podada y se elimine por medio de la quema el material obtenido en dicha poda.
La poda es una labor que se puede realizar desde los meses de noviembre hasta marzo, siempre atendiendo al estado fenológico de la planta, que dependerá de las condiciones climáticas. Durante estos meses el viticultor, en función de sus necesidades y de las condiciones climáticas, decide cuando comenzar, para tener una idea mas o menos acertada de cuando terminara, contando con los días en los que no podrá realizar el trabajo, por condiciones climáticas, estos días serán los días de grandes heladas, en las que los sarmientos están helados y el corte que hace la tijera, no va a ser limpio y puede ser vía de entrada de enfermedades, tampoco conviene podar con exceso de humedad, por motivos de propagación de enfermedades fúngicas.
Para terminar hablamos de los restos de poda, es conveniente que se saquen de la plantación y se eliminen, para evitar que sea foco de contaminación o reservorio de enfermedades que pueden pasar a la plantación, debido al desarrollo de enfermedades sobre esa madera muerta, a la intemperie y con humedad. Últimamente se están buscando salidas a esta gran cantidad de material vegetal, para evitar tener que quemarlo, con el consiguiente perjuicio para el medio ambiente por la combustión, alguna de estas salidas son: el empacado de sarmientos para utilizarlos como combustible en barbacoas o chimeneas, emplearlo como combustible para calderas de biomasa o cogeneración, procesarlo para convertirlo en abono. Hay gente que lo pica y lo incorpora al terreno como enmienda orgánica, es una solución buena, pero tiene el inconveniente de la propagación de enfermedades en el caso de que existan.
Espero que este pequeño aporte sobre la poda os sirva como una péquela base para la poda de vuestras viñas y deciros que la poda es una labor fundamental sobre la que poder escribir miles de paginas, pero que cada uno tiene que saber y tener bien claro que es lo que tiene y lo que puede conseguir y en función de estas variables definir la poda. Cada planta es diferente y necesita de su observación y elección de la poda mas adecuada para su correcto desarrollo.
SALUD!!!!
                                          Detalle de un pulgar con 2 yemas y la humedad del lloro en la base.

                                          Detalle de una gota de sabia a punto de caer, la lagrima.
                                           
        Detalle de un pulgar con 3 yemas en diferente momento de brotacion.                                         


                                                    Detalle de restos de zarcillo en los alambres.

                                          Plantas prepodadas

                                          Plantas agostando, apunto de tirar la hoja.


Tijeras de mano de podar.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Peregrino verdejo


VINO:                        Peregrino 100% verdejo 2012

VARIEDAD:             Verdejo

D.O.:                          Tierra de León, Castilla y León, León, (España)

BODEGA:                 Gordonzello, S.A.

FECHA DE CATA:  Miércoles 20 de febrero de 2013, 15:15 p.m.

 

                El vino elegido para hoy es un verdejo 100% de una bodega emblemática de la Denominación de Origen Tierra de León.

                La presentación es joven, limpia y clara, con motivos verdes en la etiqueta que combinan bien con el color del vino. Corcho de aglomerado compacto y cápsula de complejo de color verde.

                En la fase visual, destacan las finas burbujas de carbónico natural que se aprecian en toda la copa, esas burbujas, denotan juventud y le dan un frescor adicional al vino. El color es un blanco pálido con tonalidades doradas y reflejos verdosos en el ribete de la copa, limpio y muy brillante.

                En nariz, la intensidad es media baja, franco, sin aromas extraños o desagradables, con aromas a hierba fresca, fruta blanca, manzana verde, algún toque a flores blancas, rosa silvestre y ligero aromas balsámicos. Se queda un poco corto en intensidad.

                En boca, el primer ataque resulta ligeramente dulce y destaca un ligero amargor bien ensamblado con la acidez, el paso por la boca es intenso y untuoso, en el postgusto destaca sobretodo la manzana Granny Smith, con ese toque verde y acido, en el retrogusto, aparecen los aromas balsámicos ligeros y algo de fruta tropical como mango. La persistencia es media y te incita a dar otro trago.

                La apreciación global es de un vino muy correcto y equilibrado, con mejor boca que nariz, le falta intensidad aromática y algo más de estructura. Es un verdejo con personalidad propia.

PUNTUACION: 7,5 (SOBRE 10)

SALUD!!!!

domingo, 17 de febrero de 2013

5 ROSAS de Losada Vinos de Finca


VINO:                        5 Rosas, Rosado sobre lías 2012

VARIEDAD:             Mencía

D.O.:                          Bierzo, Castilla y León, León, (España)

BODEGA:                 Losada Vinos de Finca, S.A.

FECHA DE CATA:  Sábado 16 de febrero de 2013, 14:30 p.m.

 

            El 5 rosas es un vino que ha despertado en mi gran curiosidad y expectación, de una bodega que me gusta mucho, con un gran enólogo que conoce muy bien la mencía. Sus elaboraciones en tintos esta mas que demostrada y con el 5 Rosas, hace su entrada en los Rosados, una edición limitada de 2000 botellas de las que ya no tienen existencias.

 

            La presentación es atractiva, con una botella borgoña transparente que resalta el espectacular color del vino, con una capsula de estaño en color violeta que combina con los reflejos del vino. El tapón es de corcho natural de gran calidad. La etiqueta es muy fina, elegante y los colores van en armonía con el color del vino. La presentación engancha.

 

            El vino se presenta limpio y muy brillante, es un rosado de capa alta, color rojo picota con tonalidades violetas en capa fina, muy atractivo y luminoso, el brillo y los matices azulados, nos indican la juventud y frescura del vino. En color la nota es de 9.

 

La nariz, es de intensidad media, con matices claros y definidos, franco y sin defectos. El primer recuerdo cuando lo metes en la nariz es de fresas con nata, yogurt de fresa, almíbar de fresas, aromas a panadería, levadura, masa de pan, así como recuerdos minerales, de tierra roja, arcillosa… Una parte de los aromas vienen de la variedad y otra de las lías con las que ha estado en contacto, también el ambiente le da el toque mineral y todo en conjunto hacen que en nariz sea un vino apetecible, sutil y meloso.

 

            Cuando lo metes en boca, la primera sensación es de volumen, untuosidad, glicérico, redondo, sin aristas, me atrevería a decir, bajo mi criterio personal, que le falta un poco de acidez, para hacerle mas persistente, fresco y vivaz. Aun con esa falta de acidez, el vino no esta descompensado, los 13% VOL no destacan y no da sensación de calor ni alcohol.  El paso es amable, goloso y limpio, con recuerdos a fruta, cereza negra, fresa madura, regaliz negro y vuelven los recuerdos de la nariz a panadería, la persistencia es algo corta, pero compensada con la claridad y nitidez de los sabores. El retrogusto es de fresas con nata claramente.

 

            La valoración final del vino es de notable, aunque me esperaba algo mas, igual las expectativas que tenia, han hecho que lo catara con más presión, pero para nada ha sido una decepción, es un Rosado de corte elegante. Quizás le echo de menos un poco mas de intensidad en nariz y persistencia en boca, tiene buen paso pero corto.

 

            Enhorabuena por este GRAN ROSADO y espero que sigáis en esta línea y podamos seguir disfrutando de vuestros vinos.

 

            SALUD!!!!

 

martes, 5 de febrero de 2013

Gran Reserva Casis 2006 60 meses en barrica "Prieto Picudo"


VINO:                        Gran Reserva Casis 2006, 60 meses en barricas de roble francés.

VARIEDAD:             Prieto Picudo

D.O.:                          Tierra de León, Castilla y León, León, (España)

BODEGA:                 Bodegas Casis. Gordaliza del Pino (León)

FECHA DE CATA:  Martes 5 de febrero de 2013, 14:30 p.m.

 

            Una vez descorchada la botella, destaca positivamente el corcho natural, como no podía ser de otra manera, este vino de gran crianza y de largo recorrido, necesita un corcho natural para terminar la crianza en botella. Corcho natural completo de gran calidad, en el que no se aprecia ninguna incidencia.

            El primer contacto con el vino te marca y augura una cata muy interesante. La puesta en copa de este vino es muy lustrosa, ya que un vino con 6 años y tres meses que presente esta gama cromática, es fabuloso.

Ni que decir tiene que esta limpio y brillante, el color es un rojo picota, con reflejos cardenalicios en capa fina que nos dejan ver que es un vino con buena base, uvas de prieto picudo seleccionadas y con una potencia demostrada para soportar y ganar la lucha de una larga crianza. La lágrima es fina, abundante y ligera. La variedad prieto picudo es muy apta para tintos potentes por su relación hollejo/pulpa, son uvas pequeñas de forma elíptica y con un hollejo consistente, del que extrae todo el color, aromas y cuerpo.

            La primera impresión cuando lo llevas a la nariz, es la sutileza de la madera, madera nueva, que inmediatamente da paso a la fruta que envuelve, fruta negra (ciruela), fruta madura y aromas a compota de manzana, destacan también los aromas balsámicos y especiados, eucalipto, pimienta, regaliz negra….así como torrefactos, café y chocolate a copa parada pasados unos minutos. Vino que necesita de oxigenación para abrirse y manifestar todo su esplendor, es necesario darle tiempo para despertar.

            En boca, tiene un paso suave y delicado, quizá le falte un poco de potencia inicial, pero pasados unos instantes, notas como el vino se apodera de toda la boca dejando un rastro fino, untuoso y elegante, tanto en el paladar como en las encías, gracias a sus taninos aterciopelados. El retrogusto te marca la regaliz y los tostados de la barrica, la persistencia es media pero elegante. Aparecen las ciruelas rojas casi negras y fruta madura en boca, todo ello ensamblado con los aromas terciarios de la crianza. A pesar de sus 14,5% Vol no es nada alcohólico ni ardiente en su paso, la acidez esta integrada y aporta frescura y juventud al vino. Se aprecia un ligero amargor agradable, propio de la variedad en el fondo de la boca, lo que hace más amable el recuerdo.

            Quizás, para mi gusto y esto es algo muy personal, le echo en falta un poco mas de complejidad y estructura, quizá el trabajo con la fermentación puede aportar al vino ese pelín mas de estructura, para dar un poco mas de complejidad y persistencia al vino, por lo demás, un GRAN VINO…

En definitiva, es un vino que no deja indiferente, vino de gran crianza, con muchos vestigios de juventud, apetecible, muy bebible y accesible para el consumidor. Como yo les denomino, son vinos largos, para empezar a comer y terminar con el postre. Un buen trabajo con una variedad que va a dar que hablar, PRIETO PICUDO.

 

Jesús Ángel Velado Quintero

Ing. Agrónomo, experto en viticultura y catador.